Las bolsas amagan caídas: ¿corrección sana o cambio de tendencia?

Redacción Mapfre
Esta semana, en las principales bolsas del mundo se han vivido jornadas en las que se han impuesto las ventas, motivadas principalmente por las dudas que arrojan las altas valoraciones del sector tecnológico y la postura menos favorable de la Fed a las bajadas de tipos en el corto plazo. Pero estas ligeras caídas son un ajuste “sano” después de las recientes ganancias, en opinión de Alberto Matellán, director general de La Financière Responsable.
“Llevamos un año muy bueno y es completamente razonable”, afirma Matellán, que no ve preocupante ninguno de los factores que parecen frenar al mercado. En primer lugar, la economía estadounidense no demanda nuevos recortes de tipos, y en el caso de las grandes tecnológicas, estamos en plena presentación de resultados y no están siendo negativos.
En declaraciones de este miércoles, previas a la presentación de resultados de Nvidia, Matellán ha explicado que las cuentas del gigante pueden servir como referencia para el mercado, no solo de la compañía en sí, tambiénpro la información que aportan del conjunto del sector y el tirón de la IA. Si los datos decepcionan, podrían producirse ventas en el corto plazo, aunque el impacto sería limitado.
El sector tecnológico, en general, muestra una fortaleza que contrasta con épocas anteriores de booms tecnológicos, porque ahora las valoraciones se apoyan en beneficios reales y no solo en expectativas. Sin embargo, las enormes inversiones que están realizando estas compañías deberán demostrar su productividad para sostener las elevadas valoraciones, sostiene el directivo.
La Fed, sin prisa por bajar tipos
Las actas de la Reserva Federal estadounidense, que se conocerán esta semana, pueden reflejar diferencias internas sobre la política monetaria, un debate en el que Matellán no ve problema. Su opinión es que la macroeconomía de Estados Unidos no requiere ahora mismo una nueva bajada de tipos, una posturas que se justificaría por los riesgos pero no por los datos en sí, por lo que sería prematura, especialmente con una inflación que “sigue dando sustos”.
Además, hay un incipiente temor a que los menores índices de aprobación popular hacia el presidente Donald Trump le impulsen a aumentar el gasto público y con ello la inflación, pero Matellán resta importancia a esta posibilidad, ya que persisten otros riesgos inflacionarios de más peso: los aranceles y los cambios estructurales en el comercio internacional, y la “inundación monetaria” de años anteriores, que estamos volviendo a ver en la actualidad en menor medida.
Tras la reapertura de la administración en EEUU, volverá a publicarse el informe de empleo, que podría mostrar señales de debilidad, pero el mercado ya los descuenta. Serán unos datos muy analizados, asegura Matellán, que invita también a mirar la letra pequeña. La Fed no se fija solo en la cifra de empleo, también en otras como la de salarios, ya que su alza alimenta la inflación.
En Europa, la inflación se situó en octubre en el 2,1%, muy cerca del objetivo del Banco Central Europeo, pero Alberto Matellán advierte de que esa cifra es “poco representativa” por la disparidad entre países: mientras en España el avance de los precios ha sido del 3,2%, más alta de lo deseable aunque se explica por el crecimiento económico, en Francia esa cifra ronda el 1%, por la debilidad de su economía. Todo ello lleva a Matellán a considerar la inflación un riesgo que no se puede perder de vista en el Viejo Continente.
Por último, preguntado sobre las caídas del bitcoin desde máximos, Matellán explica que es difícil de evaluar porque no es un activo como tal, “no hay nada detrás”, y su precio depende de sentimientos y flujos de capital. Las caídas recientes podrían apuntar que el sentimiento inversor “se ha dado la vuelta”, pero su altísima volatilidad hace que sea prematuro sacar mayores conclusiones.



