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¿Es muy pronto para una pausa de las subidas de tipos en EE.UU.?

Jun 20, 2023

Redacción Mapfre

Redacción Mapfre

Los inversores estuvieron pendientes la semana pasada de las reuniones de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE), con una pausa en las subidas en el caso del primer banco central y un aumento de 25 puntos básicos en el caso del segundo.

Así, la Fed mantuvo los tipos de interés en el rango oficial de 5,00%-5,25%, aunque el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), que es el órgano rector de la Fed y determina la dirección de la política monetaria, cree necesarias dos subidas adicionales más en 2023, hasta alcanzar el rango 5,50%-5,75%.

MAPFRE Economics, el Servicio de Estudios de MAPFRE, explica en un informe sobre política monetaria reciente que los datos de inflación que se han venido publicando en los últimos meses “denotan un avance insuficiente como para sostener la pausa, y prematuro, a pesar de los tipos de interés reales positivos, del efecto base de junio y del viento a favor de los precios industriales”.

Por lo tanto, los recortes de tipos de interés que los inversores esperaban para este verano no tendrán lugar hasta 2024 y podrían permanecer altos hasta 2025. El banco central mantuvo sin cambios el proceso de reducción de tenencias de activos, bajo el mix mensual de 60.000 millones de dólares de bonos del Tesoro y 35.000 millones de MBS (‘Mortgage Backed Securities’), sin ofrecer una guía de futuro adicional.

Con la reducción del balance de nuevo en marcha, y dado que se espera que el Tesoro reconstruya su cuenta (TGA) una vez alcanzado el acuerdo sobre el techo de deuda depositando el dinero en la Reserva Federal, se prevé una restricción adicional de la oferta de dinero, lo que ejercerá una mayor presión sobre los bancos.

“La Reserva Federal inclina su pausa hacia un entorno de endurecimiento adicional, bajo una serie de señales mixtas en todos los planos: inflación moderándose, pero con la subyacente mostrando cierta oposición a la baja; actividad divergente entre sectores de la economía, pero expansiva; empleo que sigue implicando presiones salariales, y una perspectiva menos sombría de inestabilidad bancaria”, señala MAPFRE Economics.

La actividad económica sigue siendo débil y las perspectivas a futuro son aún más débiles, lo que confirma la desaceleración de la economía estadounidense, mientras que el mercado de trabajo continúa mostrando desequilibrios.

“La segunda mitad del año se inclina hacia una prolongación del ciclo expansivo y sujeto a un tipo terminal más alto de lo esperado, con 25 puntos básicos adicionales esperados en el próximo mes de julio y otros 25 adicionales que podrían señalizarse para agosto o septiembre, en el próximo simposio de Jackson Hole. A partir de ese punto, sería plausible establecer una nueva pausa que permita seguir valorando el efecto acumulativo del endurecimiento monetario”, explica el informe.

 

El BCE mantiene el rumbo

El BCE ha subido los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta alcanzar el 4,25% para la marginal de crédito, el 4,00% para la principal de financiación y el 3,50% para la facilidad de depósito. El consenso espera más alzas de tipos en lo que resta de año y la confirmación de un escenario estanflacionario latente.

“Se esperan dos subidas adicionales de tipos de interés de 25 puntos básicos en julio y septiembre, prologándose así la opcionalidad de alcanzar un tipo terminal superior antes de fin año”, destaca el Servicio de Estudios de MAPFRE.

Por el lado del balance, el BCE sigue la hoja de ruta de reducir la tenencia de valores adquiridos mediante el programa de compra de activos (‘Asset Purchase Programme’, APP) a un ritmo de 15.000 millones de euros hasta finales de junio de 2023, no así para el caso de las reinversiones del APP, que se interrumpirán en el próximo mes de julio.

Tras la revisión del dato del primer trimestre, se constata que la Eurozona sí está inmersa en una leve recesión técnica, con divergencias más notables en la industria manufacturera, lastrada por el shock energético y la pérdida de competitividad, y en el sector servicios, en fase de expansión más tardía. A esto se suma la caída del consumo, que finalmente no pudo ser compensada por las medidas de ahorro energético, por el apoyo fiscal, ni por la fortaleza del mercado laboral. Los datos de inflación tampoco han resultado ser especialmente positivos.

“El panorama en la Eurozona continúa siendo de debilidad, aunque superando la visión de una recesión profunda y cronificando ciertos riesgos que hasta la fecha ha sido superados con cierto éxito, pero que no permiten margen para la complacencia”, señala MAPFRE Economics en el informe.

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