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Trimestre negro para las bolsas americanas: ¿qué ha sucedido?

Abr 19, 2022

Redacción Mapfre

Redacción Mapfre

El primer trimestre de 2022 tuvo un mal inicio para los inversores de renta variable, ya que el S&P 500 perdió un 11 % durante los primeros 16 días de actividad del año y registró 35 días de pérdidas en todo el trimestre (según Bloomberg, el mayor número de días en un primer trimestre desde 1984). Febrero fue un mes especialmente nefasto, en el que el S&P 500 registró un descenso del 2,99 % y el Nasdaq 100 perdió un 4,5 %, hasta llegar a un 12,6 % de caída a final de mes. Sin embargo, hacia mediados de marzo se produjo un cambio de tendencia y los mercados de renta variable (según los criterios del S&P 500) experimentaron un activo repunte, lo que se tradujo en un aumento de aproximadamente un 8,5 % en unas 13 sesiones bursátiles.

Aun así, en el primer trimestre de 2022 el S&P 500 perdió un 4,6 % (el primer trimestre con pérdida en dos años), mientras que el Nasdaq y el Russell 2000 entraron en el mercado bajista (que habitualmente se define como un descenso de al menos el 20 % con respecto a las subidas recientes). Según Boyar Value Group, desde un punto de vista histórico, “estos comportamientos no sorprenden, ya que los años con elecciones de medio mandato en Estados Unidos generalmente han dado lugar a grandes desaceleraciones intraanuales (un promedio del 17 %, según LPL)”.

Asimismo, cabe tener en cuenta que los años con elecciones de medio mandato suelen provocar grandes repuntes a final de año (aunque este año ha sido de todo menos normal). Sin embargo, el descenso en los promedios principales no cuenta toda la verdad, ya que los valores ordinarios se han comportado mucho peor. Si bien no se puede establecer una comparación directa, a fecha de 6 de abril, la «acción promedio» había perdido casi un 17 % en el S&P 500 con respecto a las subidas a 52 semanas, cifra que, en el caso del Russell 3000, supera el 32 %.

Algunos de los mejores valores tecnológicos de los últimos diez años han tenido un primer trimestre pésimo. Según la periodista del Wall Street Journal Gunjan Banerji, las plataformas de Meta (antes Facebook) perdieron aproximadamente 232.000 millones de dólares en valor de mercado en una única sesión bursátil, Netflix perdió un 38 % de su valor durante el trimestre y Salesforce tuvo su peor trimestre desde 2011. Este comportamiento tan negativo contrasta de forma significativa con la fortaleza que han demostrado los valores energéticos, que han gozado de su mejor trimestre hasta la fecha con una subida del 38 % y en el que Occidental Petroleum subió un 95 % y Halliburton, un 65%. Si bien la mejoría del sector energético desde inicios de 2021 hasta el primer trimestre de 2022 ha sido impresionante (una mejoría superior al 114 % con reinversión de dividendos) cabe recordar que las acciones cayeron aproximadamente un 33,6 % en 2020 (con reinversión de dividendos).

Tradicionalmente, los valores energéticos no han sido una buena opción para los inversores de renta variable; desde enero de 1990 hasta el primer trimestre de 2022, el sector energético ganó aproximadamente un 1527 % (con reinversión de dividendos) en comparación con el 2403 % del S&P 500 (con reinversión de dividendos). Por otro lado, nueve de los once sectores del S&P 500 estuvieron en números rojos, y el otro único sector que mejoró fue el de Servicios (un 4,8 %). El peor comportamiento correspondió al sector de la Comunicación, que perdió un 11,9 %; le siguen el sector de Consumo discrecional, con una caída del 9,0 % y las Tecnológicas, que perdieron un 8,4 %.

La situación se extendió a prácticamente todas las clases de activos y también a escala global. Los títulos «seguros» del Tesoro cayeron un 5,6 %; los bonos de calidad de inversión, un 7,8 % y las obligaciones de corporaciones locales vivieron su peor trimestre en casi 40 años al perder un 6,4 % (lo que suprimió 108 000 millones de dólares en valor de mercado en el índice Bloomberg de obligaciones de corporaciones locales en el primer trimestre de 2022). Además, según los datos de Bloomberg, durante el primer trimestre se suprimieron más de 3 billones de dólares en valor de renta fija y acciones. La situación fue peor para los inversores chinos, cuyo índice CSI 300 (que incluye a las mayores empresas que cotizan en las bolsas de Shanghai y Shenzhen) perdió un 15 % durante el primer trimestre del año, la mayor pérdida trimestral desde 2015. El índice Nasdaq Golden Dragon China, que incluye los valores chinos que cotizan en EE. UU., cayó un 21 % en el trimestre.

La única clase de activos con un buen comportamiento entre las principales fue la de las materias primas; el índice Bloomberg de materias primas (Bloomberg Commodity) mejoró un 25 % en su mejor trimestre desde 1990. El aumento del precio del petróleo ocupó la mayoría de los titulares cuando los futuros del petróleo en EE. UU. superaron los 130 dólares por barril a comienzos de marzo (aunque desde entonces han bajado a aproximadamente 100 dólares por barril), una situación muy distinta a la vivida hace alrededor de dos años, cuando, el 20 de abril de 2020, el crudo WTI se situó en unos negativos 37,63 dólares por barril. De forma significativa, el precio del trigo aumentó un 31 % y registró su mejor trimestre desde 2010; el níquel experimentó una volatilidad tal que la Bolsa de Metales de Londres tuvo que cerrar la sesión del metal durante más de una semana para restablecer el orden.

¿Qué ha provocado esta situación en casi todas las clases de activos principales? Quien mejor lo puede expresar es John Authers, de Bloomberg: “El panorama está dominado por dos grandes sacudidas: el acusado viraje de la Reserva Federal y otros bancos centrales hacia la línea dura y la invasión de Ucrania por parte de Rusia. La combinación de estos acontecimientos ha aumentado de forma natural el riesgo de una recesión o ralentización económica. También ha reducido las esperanzas de un aumento de los beneficios. El incremento de las tasas de interés, los conflictos internacionales y los precios de las materias primas en máximos dificultan aún más que las empresas ganen dinero”.

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